Tus brazos me sujetaron y yo cerré mis ojos. Había algo mejor que pudiera hacer? No creo, sentirte cerca de mi, tu corazón latiendo al mismo tempo que el mio, era como un sueño solo que real. Abría lo ojos y no podía creer que estuvieras ahí sosteniéndome tan suave, tan calidamente.
No hubo palabras, solo nos mirábamos y estábamos ahi viviendo ese abrazo que pareció durar la eternidad en la cual nunca habíamos estado antes. Parecía que el sol iniciaba de nuevo su salida y nuestros corazones sólo querían que la luna se mantuviera por unos cuantos años mas allá elevada, redonda y plateada como estaba esa noche de agosto en la que nuestros brazos simplemente no querían estar lejos el uno del otro.
Hoy lejos solo anhelo que tus brazos vuelvan a rodearme y que el sonido de tu corazón vuelva a arrullarme, quiero quiero quiero con todas las ganas que tengo por dentro que tu voz vuelva a llamar mi nombre. Te extraño y no veo la hora de verte de nuevo de caminar a tu lado cogida de tu mano, te necesito aquí conmigo para que cuando sienta la tristeza de las noches pueda recurrir a las palabras que juntos vamos a elevar al creador del cielo quien permitió que nos uniéramos para algún día llegar a ser uno solo.
Amemonos aun más cuando la lluvia bañe nuestras cabezas, dejemos que el sol evapore las ideas que ella deje y olvidemos los malos ratos que esa agua quiera traer.
TE AMO